“Volez, Voguez, Voyagez” Viaje a través del tiempo con Louis Vuitton en NY

Primera vez que la marca Louis Vuitton hace una gran exposición en Estados Unidos, en la otrora Bolsa de Valores de Nueva York, hasta el 7 de enero. La pregunta para muchos es ¿Qué puede exhibir una marca de moda más allá de aquellos bolsos que hemos visto hasta el hastío (hay que decirlo: debido la vulgarización que ha hecho el comercio negro en mancuerna con el consumidor sin escrúpulos por la falsificación)? Mucho: es verdaderamente un viaje histórico, una aventura a los usos y costumbres del siglo XIX y su transformación en la actualidad. Es una historia de familia de más de siglo y medio, emprendida por un tal Louis Vuitton en 1854 en París, expandida a Londres en 1885, a América por hijo Georges en 1893 y defendida en su legado y consolidación por varias generaciones de descendientes.

La exposición es una aventura de glamour, un viaje en la imaginación a bordo de un barco de Europa a América, inspirado en los baúles exhibidos y diseñados para viajar, y llevar libros consigo, o diseñados para escribir en el viaje, o los que llevan cajones para sombreros, zapatos con respectivas brochas para limpiarlos. Es un viaje de París a Londres con un baúl que lleva ganchos de madera para colgar vestidos, es también un viaje en velero y otro en avión. Lo cual explica el nombre de la exposición: “Volez, Voguez, Voyagez” (“velear, volar, viajar”).

Curada por Olivier Saillard, director del Museé Galliera de París y uno de los más reconocidos curadores de moda, y diseñada por diseñador de escenografía Robert Carsen, la exposición cuenta con tres pisos y diez salas, que ellos llaman capítulos, cada uno de ellos es único en tema, diseño, decoración y piezas. La construcción de las salas es asombrosa. Y Comienza con el símbolo de la maison: el baúl. ¡Qué gran historia encierra el uso del baúl!, aquellos que eran confeccionados a gusto del cliente y llevaban además rotulado su nombre o iniciales. Louis solía mandar un cuestionario al cliente para conocer sus necesidades particulares de viaje, y entonces hacía diseños personalizados, servicio inspirado quizá por el creador del Haute Couture, Charles Frederick Worth, quien fue su contemporáneo. El Houte Couture o la alta costura que implica la elaboración personal de objetos de moda y es confeccionado mayormente de manera artesanal. Ese servicio fue algo que nunca dejó de hacer la marca. Greta Garbo, Ernest Hemingway, los Rockefeller, los Vanderbilt, Stephen Sprouse, Demian Hirst y Jeff Koons son solo algunos personajes a quienes se les han confeccionado valijas especiales.

En la aventura de la exposición, se pueden apreciar documentos escritos a mano por el mismo Louis Vuitton, etiquetas antiguas, herramientas, fotos, colecciones especiales, todo tipo de equipajes y la evolución de la tecnología no sólo aplicada al diseño, sino también a los hábitos humanos. Una valija que funcionaba como procesador te textos (con máquina de escribir, papeles, cinta, corrector, etc.) posando frente a mi teléfono que además de ser el nuevo procesador de textos, es cámara y herramienta de comunicación multimedia, y sus dimensiones son notablemente inferiores a aquella reliquia, la cual debió ser testigo de un mundo totalmente distinto al actual. Y si estas reflexiones melancólicas no llegan a la cabeza de los espectadores, entonces la exposición no cumple su cometido. Detrás de ella, hay un enorme trabajo de curaduría, de historia, compilación, diseño y sobre todo de instalación, la cual termina mostrando su savoir-faire con algunos artesanos de los atelier de Louis Vuitton.

Es además sorprendente descubrir la multiplicidad de tipos y funciones de maletas, cajas y baúles que realizó la marca en toda su historia, estuches para violines, guitarra, baterías y otros instrumentos musicales, no sólo eso, maletas para melómanos, con gaveta para discos de acetato y tocadiscos; maletas y cajas para lectores, con gavetas para libros; maletines con perfumes y otros bálsamos con botellas diseñadas por la marca, maletas para zapatos, neceseres con varios cepillos y brochas; baúles para pintores (fue en 1924 cuando René Grimpel, un gran art dealer solicitó confeccionar un baúl con cajones para las pinturas que llevaba de París a Londres y a Nueva York. La confección de dicho baúl fue tan afortunada, que logró atraer a clientes como Francis Picabia y Henri Matisse, quienes resultaron, a petición de la casa LV, colaborando en la creación de telas y otros diseños e intervenciones, lo cual sucedió con otros artistas más adelante, como Stephen Sprouse, Cindy Sherman, Demian Hirst, Takashi Murakami, Yayoi Kusama, entre otros.

Y que quede claro: a Louis Vuitton no lo hizo solo su marroquinería y sus artículos de viaje, sino la incansable creatividad en el diseño durante tantos años, elemento sin duda determinante en la historia del diseño industrial, de la moda, de la alta costura y del diseño gráfico. El monograma llama a este último a poner atención en su historia: creado en 1886 y vigente un siglo y medio después. Dicho sea de paso, se diseñó haciendo honor al mismo Louis Vuitton, quien desafortunadamente no lo conoció, pues había fallecido en 1882. Bueno, hay que decir que tampoco tuvo la suerte de ver su expansión a América ni mucho menos imaginó que en un futuro su propia familia le seguiría haciendo honor cuidando lo que él comenzó por generaciones (cinco, para ser exactos). Su bischozno o pentanieto (nieto de quinta generación) Patrick Louis Vuitton todavía cuida algunos detalles de la marca aún cuando ésta pertenece al grupo LVMH (Moët Hennessy Louis Vuitton) y es comandada por Michael Burke y Bernard Arnaul. Sin duda, "une belle histoire" (diría el mismo Louis Vuitton desde el más allá).

Si va usted a NY, no se pierda “Volez, Voguez, Voyagez”, es una gran exposición, es un viaje y es gratis.


Más información 

http://es.louisvuitton.com/esp-es/heritage-savoir-faire/nycvvv

Boletos gratuitos

https://ticketing.louisvuitton.com/content/ticket-options









Carta en puño y letra de Louis Vuitton



Monograma registrado







Intervención de Yayoi Kusama





Sala dedicada al savoir-faire con artesanos de Louis Vuitton


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